Jordania ha sido siempre un cruce de rutas para las grandes civilizaciones de Medio Oriente, aunque la mayoría de los invasores simplemente la atravesaban en búsqueda de posesiones más valiosas.
En el 333AC Alejandro Magno atravesó como una tormenta a Jordania camino a Egipto. Luego de su muerte en el 323AC Ptolomeo I toma Egipto, Jordania y partes de Siria. En el Sur de Jordania los Nabateos, una tribu árabe semi nómada que controlaba lucrativas rutas de comercio- construyeron su esplendida capital en Petra, mientras el resto del Imperio Romano controlaban gran parte del resto del país.
Luego de períodos de ocupación donde se alternaron los Seleucidos, Sasanianos, y Bizantinos, Jordania fue el centro de muchas guerras y batallas entre los Bizantinos y los Árabes, antes de ser conquistada por las armadas de Islam en el siglo séptimo DC. A fines de ese siglo Jordania cayó en manos de los Umayyad, cuyo centro estaba en Damasco, Siria.
En el 747 un devastador terremoto destruyó Jordania que se encontraba bajo el mando de los Basidios, quienes fueron reemplazados primero por los Fatimíes de Cairo en el 949, y luego en 1037 por los Seljuks de Turquía.
En el siglo XI el Papa Urbano II mandó Las Cruzadas, capturando a Jerusalén en 1099, masacrando incontables habitantes y desbastando el área. Tomaron el poder de Jordania hacia 1115 y construyeron fuertes en Karak, Shobak y Petra.
En el Siglo XII los ejércitos de Nur-ad-Din y Salah ad-Din (Saladino) reunieron el mundo islámico y el árabe y ocuparon gran parte del territorio Cruzado en Jordania. Los Mamelucos -previamente soldados esclavos- finalmente repelen a Los Cruzados en 1250. Y los otomanos vencieron a los Mamelucos en 1516, rigiendo hasta la Primer Guerra Mundial.
En Junio de 1916 los árabes, con la ayuda de Lawrence de Arabia lanzaron la revuelta árabe y ayudaron al ejército británico a remover a los turcos de la región. Los británicos aseguraron que se les daría la posibilidad de crear un estado árabe independiente. Pero la recientemente formada “Liga de las Naciones” concedió a los británicos el mandato sobre Palestina, y poco después el estado de Transjordania, emplazado entre lo que hoy es Irak y la rivera del Río Jordán fue declarada una entidad separada, regida por el Rey Abdullah. Lo que quedaba de Palestina es lo que hoy conforma Israel y los territorios Palestinos.
Apenas acaba la segunda guerra mundial los británicos tiraron la toalla y le entregaron el lío a las Naciones Unidas, quienes votaron a favor de una repartición de Palestina entre un estado árabe y otro judío. Pero el acuerdo no pudo llevarse a cabo y la Guerra árabe-Israelí dio a lugar en 1948, haciendo que muchos palestinos huyeran a Transjordania y provocando así la victoria Israelí: Les aseguró la ocupación judía en las zonas designadas para ellos por las Naciones Unidas, así como prácticamente todas las asignadas a los Árabes Palestinos. Transjordania explotó la situación y ocupó el West Bank y parte de Jerusalén. Una vez realizado esto el Rey Abdullah acotó el nombre del país a Jordania.
Abdullah fue asesinado en 1951. Al año siguiente lo reemplazó su nieto Hussein, quien tomó el trono a la pronta edad de 17 y logró permanecer por 48 años, atravesando intentos de insurrección, dos guerras con los israelitas, y prácticamente una guerra civil con los palestinos. Reinó hasta su muerte en 1999.
Por los años 60´s la ayuda llegó desde Estados Unidos y Jordania disfrutó de un boom turístico, mayormente en la vieja ciudad de Jerusalén. La situación cambió radicalmente luego de la Guerra de los Seis Días en 1967, en la que Jordania perdió el West Bank y la mitad de Jerusalén por las fuerzas ocupantes israelíes. A cambio, recibió una enorme cantidad de influjo de refugiados palestinos.
Por su parte los palestinos, con su Organización para la Liberación Palestina (PLO), se dispusieron mas militantes contra la ocupación israelí en los años setenta, poniendo en peligro al Rey Hussein, debido a que operaban mayormente desde territorio Jordano. Comenzaron a forcejear por el poder con el reinado, enojados mayormente por que Hussein reclamaba ser el líder de los palestinos. Luego de una sangrienta lucha en 1971 la mayoría fue forzada a cruzar las fronteras y mudarse a Líbano, lo que los convirtió, mas tarde en uno más de los grandes problemas que tiene el Líbano en la actualidad.
Las cualidades diplomáticas del Rey Hussein se estiraron casi al límite cuando, durante la Guerra del Golfo de 1991, se rehusó a tomar partido contra Irak, temiendo revueltas de la población palestina residente en el país. Así que, por tercera vez en 45 años, Jordania recibió una enorme cantidad de refugiados, al menos 500,000 palestinos, que se desempeñaban en trabajos en el área del golfo y que debieron huir.
Jordania se recobró de forma remarcable de ese conflicto y, a pesar del temor de represalias por lado del extremismo islámico, el Rey Hussein firmó, en 1994, un pacto de paz con Israel.
Cuando el Rey Hussein finalmente sucumbió al cáncer que sufría hacía largo tiempo, su hijo y heredero del trono, Abdullah II, fue nombrado Rey de este relativamente estable y prospero país. Ha impresionado a la mayoría de los observadores con su habilidad de proteger el moderado pero gran legado democrático que dejó su padre, adepto a la diplomacia.
Como gran parte del Medio Oriente, Jordania enfrenta tensiones entre modernidad y tradición, y dilemas entre Islamización y occidentalismo, que aun quedan por resolver.
La Intifada (levantamiento) palestino y la invasión americana a Irak ha dañado el turismo en Jordania y creado pasiones entre los Jordanos, sugiriendo que la estabilidad de Jordania dependerá mucho de lo que pase fuera de sus fronteras.
En el 2005 una serie de extremistas se inmolaron en los hoteles Grand Hyatt, Radisson SAS y el Days Inn. Aun queda por ver los cambios que esto provocó en el país. Si bien en la actualidad Jordania cuenta con una gran cantidad de turismo, los sucesos internacionales serán los que determinen, más allá de las voluntades internas, el destino de este pequeño pero contrastante país.
