El 16 de Julio de cada año, el pequeño pueblo de Paucartambo a algunos kilómetros de Cusco celebra la renovación de su fe y esperanza en el rostro de una hermosa Virgen que ha calado profundo en el corazón de los lugareños: la Mamacha del Carmen. Fiesta que congrega a cientos de personas que llegan para agradecerle a la Virgencita los milagros y la protección que les dio durante el año.
Danzarines de trajes multicolores ponen la alegría a una fiesta que supone mucho más culto religioso. Es una fiesta casi mística donde se mezclan las tradiciones católicas y de los pobladores aborígenes que rinden culto a la Mamacha del Carmen. Tules pomposos visten a la hermosa virgencita que fuera coronada como reina de los cusqueños en 1985 por el Papa Juan Pablo II. La candidez de su rostro conmueve a todos aquellos que se postran a los pies de sus andas.
Tres siglos después de su llegada a estas tierras peruanas, el culto y devoción a la Virgen del Carmen se mantienen vivos. Quizá porque los saqras que se esconden en los tejados durante la procesión aún no han logrado vencer el poder de los creyentes que le atribuyen milagros a su querida virgencita. Más allá de todo, la tradición y el colorido perduran año tras año en una de las fiestas religiosas más populares de este país. No pierdas la ocasión ¡Visita Paucartambo!
